La existencia de spyware y otros tipos de grayware en la red puede propiciar los problemas
siguientes:
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Reducción del rendimiento de los equipos: Para realizar sus tareas, las aplicaciones de spyware o grayware a menudo requieren
numerosos recursos de la CPU y la memoria del sistema.
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Aumento de los bloqueos del explorador de Internet: Algunos tipos de grayware, como el adware, suelen mostrar información en un cuadro
o ventana del explorador. En función de la interacción del código de estas aplicaciones
con los procesos del sistema, el grayware puede ocasionar que los exploradores se
bloqueen y que incluso sea necesario reiniciar el equipo.
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Disminución de la eficacia del usuario: Al tener que cerrar frecuentemente anuncios emergentes y soportar los efectos negativos
de los programas de broma, los usuarios se distraerán innecesariamente de sus tareas
principales.
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Degradación del ancho de banda de la red: Las aplicaciones de spyware o grayware transmiten regularmente los datos recopilados
a otras aplicaciones que se ejecutan en la red o en otras ubicaciones externas.
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Pérdida de información personal y corporativa: La información que recopilan las aplicaciones de spyware o grayware no se limita
a la lista de sitios Web que visitan los usuarios. El spyware/grayware también puede
recopilar las credenciales del usuario como, por ejemplo, las utilizadas para acceder
a las cuentas de la banca en línea y a las redes corporativas.
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Mayor riesgo de responsabilidad legal: Si los hackers se han apropiado indebidamente de los recursos informáticos de la
red, pueden utilizar los equipos cliente para lanzar ataques o instalar spyware o
grayware en otros equipos externos de la red. La participación de los recursos de
la red en estas actividades puede responsabilizar legalmente a una empresa de los
perjuicios ocasionados por otras personas.