A menudo, el spyware/grayware se introduce en una red corporativa cuando los usuarios
se descargan software legítimo que incluye aplicaciones de grayware en el paquete
de instalación. La mayoría de los programas de software incluyen un acuerdo de licencia
para el usuario final que se debe aceptar antes de iniciar la descarga. Este acuerdo
incluye información sobre la aplicación y su uso previsto para recopilar datos personales;
sin embargo, los usuarios no suelen percatarse de esta información o no comprenden
la jerga legal.